-Surgimiento de las ciencias sociales y la sociología
http://www.encuentros-multidisciplinares.org/Revistan%C2%BA47/benjamin_oltra.pdf
Luego está la línea de la Ciencia. La Ciencia es
conocimiento e investigación. Integra las tres grandes versiones de la Ciencia,
desde la época de la civilización clásica en la Hélade ateniense, la teórica,
con la Matemática como nervio esencial, la empírica, y la experimental. Llega,
formando el frondoso árbol de las Ciencias de la Naturaleza y del ser humano,
hasta el siglo XXI. Podemos identificar esta línea de las Ciencias Sociales y
de la Sociología, en particular, como la corriente científica. En efecto ya en
el Barroco y, sobre todo en la época de la Ilustración, pueden hallarse las
huellas y los primeros ensayos sobre asuntos morales, económicos, políticos y
sociales utilizando el método de la Matemática y de las Ciencias de la
Naturaleza. La Matemática es utilizada por los precursores de la Sociología y
de la Economía como Teoría de los números, como Estadística y como Teoría lógica
de los símbolos y de las estructuras.
La tercera línea con “personalidad propia” es la corriente
ideológica. La ideología es política y utopía. Se inspira en el pensamiento,
fuente antigua de la que pretende extraer su legitimidad, pero su objetivo no
es el conocimiento, el saber o la verdad. Su meta es una cierta relación con el
poder, el campo de la acción política, la propaganda, la utopía, y, ya en el
siglo XX, el de la “ingeniería social”. Suelen citar los investigadores del
pensamiento a Antoine Louis Claude, Conde Desttut de Tracy (París, 1754-1836) y
su obra Eléments d’Idéologie (integrada por los estudios: Idéologie, 1801,
Grammaire générale, 1803, Logique, 1805, Taité sur la volonté, 1815, y
Commentaire sur l'Esprit des Lois, 1815), como la primera construcción del
concepto de “ideología”. Mas la intención de Desttut era, como puede verse en
las obras citadas, la de crear una “Ciencia de las ideas
Las Ciencias Sociales y la Sociología nacen de una
conjunción singular, afinidad electiva, diálogo o tensión crítica, entre la
gran transformación de la realidad de la historia moderna y las grandes
aportaciones creativas en los campos o conjuntos del pensamiento, la ciencia
natural y la matemática, la ideología y la literatura. El proceso ocurre en el
escenario-tiempo de Occidente, en la larga cadena del ser cultural.
Aparece dibujada por una serie de precursores creadores
extraordinarios en el escenario donde se representa el drama del fin de la
sociedad aristocrática, en el siglo XVIII. La gran transformación se produce en
la economía (el libre comercio, luego la industrialización y las finanzas), la
política (Inglaterra y el Parlamento, la democracia en Norteamérica, la
Revolución francesa), la población, las condiciones sociales, las clases (fin
del gobierno de la aristocracia, consolidación de la burguesía, actividad de
los intelectuales políticos, aparición de una clase media y del proletariado)
la ciencia, la técnica, la secularización de la cultura, los nuevos estilos de
vida, el sentido de la libertad y de la persona introducido por la civilización
grecorromana y cristiana, las ciudades como red de la civilización, los Estados
y sus cambios en las formas políticas tradicionales.
-Pensamiento Sociológico
El pensamiento sociológico ha gestado
una variedad de ‘ideas’ (muchas veces son imágenes poderosas) para comprender
la naturaleza de la sociedad y la vida social. Son ideas sobre los llamados
“hechos sociales”, manifestaciones o fenómenos resultado de vivir
colectivamente. A partir de mediados del siglo XIX, pero de manera especial
durante todo el siglo XX y hasta la actualidad, se han sucedido, no
necesariamente para reemplazarse, una gran variedad de estas ideas que quieren
hacer inteligible estos asuntos. Son ideas persistentes que tuvieron como
destino arraigarse fuera del mundo académico o de los sociólogos. Es así, que
en la actualidad tienen un uso general que oculta su origen más académico. Como
es fácil percibir, cualquier persona habla con cierta soltura de
‘socialización’, otros se referirán a la ‘estructura social’ para aludir a las
situaciones básicas que organizan a los seres humanos. ‘Estratos’ y ‘clases
sociales’ son ideas de inevitable uso cuando se trata de referirse a las
distinciones entre las personas. Este curso quiere detenerse en las
postulaciones más creativas y profundas de tales ideas-imágenes, de modo que
pueda conocerse sus alcances y establecer cómo, de serlo así, evolucionaron en
el uso no académico. Al escudriñar estas ideas de la sociología se accederá
simultáneamente a los mecanismos que caracterizan la forma sociológica de
pensar.
-Epistemología de las ciencias sociales
https://www.perio.unlp.edu.ar/catedras/mis/wp-content/uploads/sites/126/2020/04/juarez_nunez.pdf
La epistemología no es una reflexión propia de las ciencias
sociales, de ninguna manera; es un proceso de reflexión que deben realizar todas
las ciencias, so pena de caer en lo banal y en el conocimiento común. La labor
de Galileo para descubrir que el sol era el centro del sistema solar y que la
tierra se mueve a su alrededor es producto de la observación ciertamente, pero
también de la reflexión que trataba de explicar una serie de fenómenos que no
se explicaban con las teorías de Ptolomeo. Esta reflexión hoy sabemos que era
de carácter epistemológico, es decir, que lo llevó a poner en duda las
explicaciones dominantes en el campo científico de entonces para verificar
dichos conocimientos y, eventualmente, modificarlos, porque “el pensamiento
objetivo, desde el momento en que se educa frente a una naturaleza orgánica, se
revela, por ello mismo, provisto de singular profundidad puesto que este
pensamiento es perfectible, rectificable y sugiere complementos”.4
La epistemología contribuye a emitir juicios sobre la manera
de proceder en la construcción del conocimiento, a fin de proporcionar un criterio
de verdad en la ruptura del conocimiento común y el conocimiento científico
para acercarnos a un conocimiento más próximo a la realidad. O en el sentido
que lo menciona Bachelard, más aproximado. La ruptura epistemológica, como nos
diría Bachelard, supone una ruptura con los modos de pensamiento, los
conceptos, los métodos del sentido común, “insistiendo sobre el carácter de
obstáculo que presenta la experiencia, estimada concreta y real, estimada
natural e inmediata”.5 Ahora bien, cuando hablamos de ruptura con el sentido
común, se trata más de una superación, ya que es indudable que el inicio del
conocimiento científico está en el conocimiento común. Es el punto de partida,
pero debe ser superado mediante el ejercicio de la reflexividad permanente
sobre la manera cómo estamos abordando la realidad y el uso de las teorías e
instrumentos científicos que estamos utilizando para recuperar información y la
manera en como los estamos analizando a la luz de las teorías de referencia.
Esto es muy claro en el pensamiento de Bourdieu cuando pone sus límites frente
a la teoría de las clases del marxismo: si bien es una discusión teórica
también es una posición epistemológica:
-Aportes de la sociología como ciencia
http://ludus-vitalis.org/html/textos/25/25_pacheco.pdf
Los aportes de la sociología norteamericana para el estudio
social de la ciencia, clasificados dentro de la corriente funcionalista de
corte estructural 2, sentaron las bases del análisis sociológico en el cual la
ciencia es considerada como una institución más de la sociedad. Desde esta
perspectiva, la naturaleza de la ciencia radica en la capacidad del hombre para
reaccionar ante los cambios o problemas funcionales a los que se enfrenta en el
medio social; este abordaje requiere de un conocimiento adecuado de los
aspectos sociales, físicos y naturales del entorno para lograr diseñar así una
forma óptima de ajuste a los cambios mencionados.
Para esta postura, el desarrollo de la ciencia en la
sociedad se presenta como una cuestión de grado, es decir, además de
representar el cúmulo de conocimientos históricamente adquiridos, la ciencia se
presenta en grados distintos de avance y con trayectorias diversas para cada
sociedad; así, un mayor grado de estratificación social propiciará mejores
condiciones para el desarrollo de la ciencia y una mayor variedad y
especialización.
La influencia que ejerció el predominio de una investigación
social de corte empirista, como la realizada en Estados Unidos, contribuyó a
fomentar el interés por explorar otros aspectos sociales relevantes en el
desarrollo de la ciencia; el énfasis fue puesto entonces en el análisis de las
variables sociales intervinientes. Los resultados obtenidos por estos
acercamientos fueron considerados dentro del ámbito de la sociología de la
ciencia , aunque más tarde este campo de investigación fue diversificándose,
abarcando temáticas tales como: la influencia social de las actividades
científicas en los aparatos conceptuales y en las estructuras lógicas de la
ciencia; los modos como los científicos actúan entre ellos de acuerdo con la
división social y la coordinación del trabajo establecido por determinados
patrones y criterios; la definición de los papeles sociales que los científicos
desempeñan en las distintas sociedades; así como sobre los diferentes aspectos
de la ciencia y la economía, el sistema político, la religión y la ideología .
Recientes aportes de la sociología de la cultura 12 han
posibilitado el análisis de procesos de interacción anteriores a toda formación
sociocultural o campo, permitiendo avanzar más específicamente sobre la forma
en cómo las prácticas y los sistemas de relaciones llegan a configurar
mecanismos de carácter legitimador de la cultura y, por ende, de legitimación
social e ideológica de la producción científica. De este modo, la incidencia de
los aspectos históricos, económicos y políticos configura la estructura del
campo y de la actividad científica. Si la formación sociocultural hace
referencia a los productos simbólicos generados y condensados en una formación
determinada, en nuestro caso la científica, la noción de campo hace referencia
a las condiciones materiales de la vida social que dan lugar a la producción de
valores científicos.
https://revistas.udea.edu.co/index.php/ceo/article/download/7568/6987/21945
La sociología tiene muchas implicaciones prácticas para
nuestra vida. El pensamiento y la investigación sociológicos contribuyen en la
práctica a la elaboración de políticas y a la reforma social de muchas maneras
evidentes. La más directa es, simplemente, haciendo comprender de forma más
clara o adecuada que antes una situación social Esto puede ser en el nivel del
conocimiento fáctico, o mejorando la forma de captar por qué ocurre algo (en
otras palabras, mediante la comprensión teórica). Por ejemplo, la investigación
puede poner de manifiesto que vive en la pobreza una proporción de la población
muy superior a lo que antes se creía. Evidentemente, cualquier intento de
fomentar mejores niveles de vida tendrá mayores oportunidades de éxito si se
basa en una información precisa y sin deficiencias. Sin embargo, cuanto mejor
entendamos por qué sigue siendo tan difundida la pobreza, tanto más probable es
que puedan llevarse a cabo con éxito políticas en contra de ella.
Una segunda forma en que la sociología ayuda en la
elaboración práctica de políticas es ayudando a fomentar una mayor conciencia cultural
por parte de los diversos grupos sociales. La investigación sociológica
proporciona un medio de ver el mundo social desde una diversidad de
perspectivas culturales, ayudando por tanto a acabar con los prejuicios que los
grupos tienen los unos sobre los otros. Es imposible elaborar una política
hábil sin tener una refinada conciencia de los cambiantes valores culturales.
Las políticas prácticas que no se basen en una conciencia informada de los
modos de vida de aquellos a los que afectan tienen muy pocas expectativas de
éxito.
la sociología puede enseñarles a los grupos sociales cosas
sobre ellos mismos, aumentar su autoconocimiento. Cuanto más sepan las personas
sobre las condiciones de su propia acción, y sobre el funcionamiento de su
sociedad en general, tanto más probable es que puedan influir en las
circunstancias de su propia vida
-Talcott Parsons y el estructural Funcionalismo
https://www.redalyc.org/pdf/5515/551556226009.pdf
El estructural-funcionalismo de Talcott Parsons como
heredero de la sociología comprensiva Entre el programa comprensivo y el
estructural-funcional de la sociología existe una relación que resulta
especialmente explicativa de la naturaleza del segundo. La explicación
funcional-causal de los fenómenos sociales debió dar paso —como veremos— a la
explicación funcional-estructural de estos por necesidades teóricas. El
programa comprensivo contenía tres nociones relativas al
espacio-social-científicamente-construido, las llamaré: uniformidad, jerarquía
y función e ilustraré cómo se pasa de ellas a los conceptos del
estructural-funcionalismo.
Las cuatro condiciones que indiqué antes como exigencias de
la causación pueden designarse unitariamente como condición de uniformidad del
espacio de estados, dado que, la transformación de cualquier elemento —un
significado cultural, en nuestro caso— a otro distinto de ese espacio, exige
una forma común entre ambos o una forma a la que ambos sean reducibles. Cada
elemento del espacio de estados es un tipo de esa forma común y cada tipo,
guarda con todos los otros tipos de su espacio, relaciones de orden (jerarquía)
respectivas al tipo unidad. A una relación de equivalencia entre dos
modalidades de un mismo tipo del espacio de estados se le llama función
A un espacio de estados, uniforme y jerárquico, se le
denomina cosmos. La idea de cosmos fue manejada implícitamente —además de
Weber— por otros autores clásicos de la sociología, como Durkheim —bajo la
metáfora de organismo social en analogía al organismo biológico y bajo el
concepto de solidaridad, sea esta orgánica o mecánica— en la investigación de
variaciones concomitantes entre hechos sociales, que servían de prueba para la
explicación causal (Durkheim, 1994; 2001) y Marx —bajo el concepto de formación
social como articulación de relaciones de producción— en su concepción
materialista de la historia que corresponde a un modelo estructural determinista
del devenir (Marx, 2005).
Weber, sin embargo, —a diferencia de sus colegas— mantuvo
una postura antirrealista frente a esta idea. De ahí que haya aplicado el
análisis causal a los significados históricos de los hechos de la vida cultural
y no directamente a los hechos. El programa weberiano se distinguió de las
propuestas alternativas porque entendió a la sociología como una ciencia
empírica de la acción racional. Si el estructural-funcionalismo es más heredero
de Weber que de los otros clásicos es justamente por ello.
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